El agua

Las aguas son la fuente primaria desde la que brota la vida, su presencia es imprescindible y su importancia excede sus cualidades físicas. Desde los tiempos más remotos, su capacidad creadora ha configurado un imaginario simbólico asociado a la fertilidad, pues donde hay agua existe nacimiento y regeneración.

El agua también sustenta el ciclo vital en el valle del río Huecha, su irregular corriente es una realidad que fluye afectando a todos los niveles de la existencia en esta región, y ha ido marcando, no sólo el ciclo agrario de estas tierras, sino también el carácter y las tradiciones de sus habitantes, en constante y directo contacto con la naturaleza.

A pesar de los radicales cambios que han transformado el mundo, el valle continúa dependiendo del agua. Las ancestrales técnicas de regadío, heredadas de romanos y árabes, siguen extrayendo del río Huecha hasta la última gota de sus escasas aguas para hacer renacer cada año la vida en estas tierras.